Ayer viernes 29 de abril, residentes de la ciudad de Tarapoto, en la región San Martín, tuvieron que lidiar con una tempestuosa lluvia que provocó consecuencias de índole material.
Por ejemplo, hubo deslizamientos, inundaciones de viviendas, asfaltos desbordados por el agua y vehículos volteados.
Según los reportes de periodistas como Alonso Aguilar, se escucharon relámpagos en plena lluvia, además de percibir golpes violentos de viento.
La mayoría de locales tuvo que cerrar y los civiles dentro de sus moradas salieron a buscar una pronta solución. Las actividades escolares, por ende, también fueron suspendidas.
Reporte de Senamhi
El reporte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) informó que, entre la madrugada del viernes 29 y la mañana del sábado 30 de abril, acontecerán lluvias de moderada intensidad en la selva norte y centro del país.
Ayer viernes 29 de abril los registros de la autoridad meteorológica esclarecen lo antes descrito: Que los acumulados de lluvia fueron superiores a los 40 mm/día en la selva centro y valores por encima de los 50 mm/día en la selva norte.
VIDEOS:
Una fuerte lluvia de mas de media hora causa estragos en #Tarapoto, diversas viviendas y negocios se han inundado
Hilo
👇 pic.twitter.com/LmevLSNtAp— Alonso Aguilar Mori (@AlonsoAguilar_M) April 29, 2022
En infraestructura #SanMartín se a quedado en el pasado, estas son las consecuencias pic.twitter.com/pJ5mdNB5HI
— Alonso Aguilar Mori (@AlonsoAguilar_M) April 29, 2022
Algunos vehículos como motocicletas o automóviles se han visto perjudicados pic.twitter.com/baaOVDCtUz
— Alonso Aguilar Mori (@AlonsoAguilar_M) April 29, 2022
GRAN DISGUSTO CON LAS AUTORIDADES
Por otra parte, la población reclamó a sus autoridades su falta de capacidad y compromiso con la ciudadanía, donde durante años aún no dan slolución a las calles con un sistema de drenaje adecuado.
Algunos comentaron que, solo en campañas se muestran cercanos y ofrecen obras para la población, más cuando están en el puesto se olvidan totalmente de sus palabras.
Fuente: La República