El lunes 17 de diciembre, el titular del Ministerio de Salud (Minsa), Hernando Cevallos, sostuvo que se evaluará aplicar un tope a los precios de los medicamentos utilizados para contrarrestar el Covid-19.
Para ello, agregó que esta semana su sector mantendrá reuniones con representantes de la Asociación de Farmacias y Boticas, y de la Asociación de Clínicas Privadas.
“[Durante la primera ola se] especuló con la situación grave sanitaria y se dispararon los precios, se disparó el oxígeno y el precio de las camas UCI en las clínicas”, dijo en una entrevista a radio Exitosa.
“Esto no puede pasar así. Esto no lo vamos a permitir. Tiene que haber un límite, un techo”, añadió.
Efecto
Una eventual regulación de precios de medicamentos relacionados con el Covid-19 no tiene el visto bueno de la Asociación Nacional de Cadenas de Boticas (Anacab), según expresó su directora Carla Sifuentes.
Para la representante de las cadenas de boticas, una regulación como la planteada por el titular del Minsa podría incentivar un mercado informal y mayor informalidad.
Asimismo, consideró que el trabajo que debe realizar el sector público y privado en conjunto es abastecer las postas médicas de medicamentos para que se pueda garantizar el acceso gratuito a estos fármacos para los peruanos.
“La discusión, en lugar de ser controlar precios, debería ser cómo logramos que cada peruano tenga medicina gratuita, como es su derecho en aseguramiento universal. […] Si trabajamos con el sector público y el privado de una manera responsable y sostenida, no solo para la pandemia, sino para cualquier tipo de atención a la ciudadanía, vamos a tener correctamente abastecida a las postas y esto va a ser que la ciudadanía no sienta que tiene que ir a comprar a una farmacia privada o a una cadena”, dijo en diálogo con RPP.
En esa línea, Mario Zúñiga, líder de Competencia y Mercados de EY Law, señaló que poner un tope en el precio en los medicamentos es complicado, dado que se tiene que establecer qué medicamentos tendrán un precio tope y cómo se determinará este monto máximo. Apuntó a que la estrategia puede generar escasez y un mercado negro.
Agregó que una alternativa es que el Estado adquiera los medicamentos en “grandes cantidades” y que los distribuya en su red de salud, incluso de manera focalizada.
“Los impactos son negativos por donde los veas, más escasez, mercados negros, menos seguridad… el Estado debería hacer compras grandes de medicamentos que faltan”, indicó.
Asimismo, las cadenas Inkafarma y Mifarma, pertenecientes a InRetail Pharma (Grupo Intercorp), manifestaron a través de un comunicado que los precios de medicamentos relacionados a la Covid-19 se mantienen congelados desde marzo de 2020, mes en que se declaró el estado de emergencia sanitaria en el país.
Así, según precisaron, se han mantenido los precios de la azitromicina y el paracetamol, al igual que otros productos de protección personal como las mascarillas y el alcohol (en gel y líquido). Asimismo, indicaron que se están tomando acciones para adaptar y acelerar el tiempo de reposición de los medicamentos ante la mayor demanda generada durante la tercera ola.
Por su parte, el presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), Crisólogo Cáceres, señaló que el objetivo de poner un tope a los precios de medicamentos tiene dos objetivos: la protección de la salud y la economía de los consumidores.
“Estas disposiciones se aplican en varios países porque la humanidad vive una situación extraordinaria que requiere la adopción de medidas igualmente extraordinarias, aunque muchos estén en desacuerdo”, sostuvo.
Apuntó, que el artículo 82 de la Ley General de Salud faculta a la autoridad de Salud en la lucha contra las epidemias, a disponer del uso de los recursos médicos asistenciales que existen en el sector público y el privado dentro de las zonas afectadas y las colindantes.
Cáceres señaló que para implementar el tope de precios, el Minsa deberá elaborar un “listado muy concreto” respecto a los medicamentos, dispositivos o insumos médicos que estén relacionados con el tratamiento de la Covid-19.
Fuente: El Comercio
