RADIO MOYOBAMBA

Legalizar la producción de hoja de coca favorecería al narcotráfico

Rubén Vargas, exjefe de Devida, y Carlos Morán, exministro del Interior, condenaron esta propuesta y señalaron por qué no debe promulgarse una norma para legalizar la hoja de coca en el Perú.
MNC Medios

MNC Medios

Medio de Comunicación Digital
prensa@moyobamba.com

Screenshot_4

Guillermo Bermejo, electo congresista por Perú Libre y acusado de pertenecer al grupo terrorista Sendero Luminoso, comprometió al candidato presidencial Pedro Castillo a impulsar una ley que permita el cultivo y producción de la hoja de coca sin límites ni trabas.

“Así como lo hizo Evo Morales (el expresidente de Bolivia)”, argumentó Bermejo en una reunión con Castillo en el Vraem. ¿Su argumento? Aduce que de esa manera se luchará contra el narcotráfico. Pero la suya es una propuesta sin sustento.

Según estadísticas anuales de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), solo el 10% de la producción de coca es destinada para elaborar productos legales, como el mate, caramelos y fines ancestrales. El resto de la coca termina convertida en cocaína.

Rubén Vargas, exjefe de Devida, y Carlos Morán, exministro del Interior, condenaron esta propuesta y señalaron por qué no debe promulgarse una norma para legalizar la hoja de coca en el Perú, el segundo país con mayor producción mundial de cocaína en el mundo según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

HABLAN LAS ESTADÍSTICAS

De acuerdo a Rubén Vargas, en el Perú se producen anualmente 126 mil toneladas de hoja de coca y, de esa cantidad, solo 12 mil toneladas se utilizan para el consumo tradicional y legal. Lo que implica que el 90% se usa para fabricar cocaína.

El Vraem, considerado el principal valle cocalero, cultiva 63,200 toneladas anuales de hoja de coca. Allí se fabrica cerca del 70% de la cocaína que se exporta ilegalmente desde el Perú.

Carlos Morán señala que, en esta zona de la selva central peruana, solo 11 mil toneladas de hoja de coca son utilizadas legalmente.

“Ese plan de legalizar la producción para contener su uso ilegal es una falacia, más del 90% de la producción de los cocales se desvía para el tráfico de drogas”, aseveró.

Asimismo, comentó que la razón por la que los cocaleros se dedican a estas actividades es porque les resulta más rentable producir para el narcotráfico que para una venta legal.

“Desafortunadamente nuestros campesinos cocaleros son el último eslabón en la cadena de producción de la droga, son los más explotados, los más perjudicados, los más utilizados perversamente; los productos de coca tradicional no pueden competir con la cocaína”, manifestó Morán.

Por otro lado, Vargas explicó que la queja de los cocaleros sobre Devida se da porque esta entidad ejerce control. “Es algo así como si preguntaras a un contrabandista qué piensa de la Sunat. Obviamente va a cuestionar su fiscalización; es el mismo símil”, explicó. A esto añadió que “esa propuesta esconde una lectura ideológica”. “Los agricultores están secuestrados por los intereses del narcotráfico”, enfatizó. En otras palabras, la ley de Bermejo beneficia al narcotráfico.

INVIABLE

Perú Libre promete a los cocaleros legalizar la hoja de coca y seguir con el modelo boliviano y, de esta manera, reducir los cultivos. Pero la propuesta es inviable, según los especialistas.

“Legalizar toda la hoja generaría que nos quedemos sin bosques y que el narcotráfico siga teniendo el abastecimiento de coca; en Bolivia es legal el cultivo de coca en un área determinada por un máximo de 250 metros cuadrados. Cuando se cultiva de más, el Ejército la erradica”, explicó Vargas.

Morán asegura que el modelo boliviano no es un ejemplo a seguir. “Bolivia no ha bajado sus niveles de producción de cocaína, por el contrario, ha aumentado; legalizarla sería ir contra la misma Constitución”, subrayó.

La solución que se plantea ante este problema es un mayor compromiso del Estado para brindar una mejor calidad de vida a los agricultores.

“La presencia del Estado es indispensable, mejorar las carreteras para que sus productos puedan salir al mercado”, aseguró Morán. Vargas resaltó que los agricultores “necesitan oportunidades dignas de vida” para convertirse en emprendedores.

TENGA EN CUENTA

El principal valle cocalero en el Perú es el Vraem, donde se cultivan 26,028 hectáreas de hoja de coca, según cifras oficiales. En estas hectáreas se producen 63 mil 247 toneladas anuales.

Del total de hoja de coca producida, solo 11,712 toneladas son destinadas a la producción legal, ya sea para elaborar los mates de coca o para el consumo ancestral que tienen los campesinos.

Más de 51 mil 530 toneladas de la hoja de coca en el Vraem son utilizadas para elaborar cocaína. Con esta cantidad se producen más de 244 mil toneladas de la droga.

Según un reporte de Devida, en enero de 2021 el kilo de cocaína costaba S/4,784 y el de pasta básica de cocaína (PBC) S/2,785. La droga tiene alta demanda en Europa, Estados Unidos y África.

Después de Colombia, Perú es el segundo país en el mundo con mayor producción de cocaína y llega a 411 mil toneladas al año.

En el Perú se produce aproximadamente el 60% de la hoja de coca utilizada para la PBC que se comercializa alrededor del mundo.

Fuente: Perú21