⦁ Darle mayor valor a la historia, independientemente de las características físicas, ayudará a que los niños entiendan que cualquiera podría ser el personaje.
La nueva adaptación live action de la clásica película La Sirenita, próxima a estrenarse mundialmente, ha desatado una ola de críticas y enfrentamientos en las redes sociales. ¿El motivo? El cambio de las características físicas de la protagonista de esta historia. Como se recuerda, el personaje de Ariel era una chica de origen danés (según el cuento original), con grandes ojos azules, piel pálida y un largo cabello rojo. Esta vez, Disney decidió que la actriz que interprete a la famosa Sirenita sea Halle Bailey, una talentosa joven estadounidense de raza negra que hoy es foco de las críticas.
“En su mayoría, son los adultos quienes más se han quejado de la elección de la actriz para interpretar a Ariel. Muchos de ellos, que han crecido conociendo las características de sus personajes preferidos, posiblemente hayan creado un vínculo con estos dibujos y, por eso, se les hace muy difícil concebir otra imagen. Sin embargo, hemos visto también la alegría con la que muchas niñas han recibido esta noticia. Un contraste que en medio de la polémica nos brinda una oportunidad para aprender a valorar la historia más allá del personaje”, sostuvo la Dra. Geraldine Morales Domínguez, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad César Vallejo (UCV).
Para la especialista, el deber de los padres está en darle valor a la historia que se presenta, más allá del personaje y sus características físicas.
“La Sirenita no es solo una joven blanca y pelirroja. Es una historia donde una joven quiere salir a un mundo desconocido y que da lo más valioso que tiene para conseguirlo, aunque eso le cueste su voz y alejarse de su familia. Este mensaje es lo que realmente importa de la película”, argumentó la Dra. Morales, quien además brindó algunas pautas para explicarles esta controversia a los niños:
⦁ Si los niños han percibido comentarios negativos sobre la actriz de la película, es válido mostrarles también algunos otros argumentos positivos para que así forjen su propio pensamiento crítico.
⦁ Es importante explicarles que, si bien uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con la elección de la actriz para este papel, de ninguna manera se deben aceptar comentarios racistas o con carga negativa solo por la raza de la persona.
⦁ Resaltar el talento de la actriz, más allá de su físico. Por ejemplo, su don para el canto y la propia actuación. Así aprenderán que las personas valen por sus destrezas y no por su color de piel.
⦁ Inculcar a los hijos que pueden ser el personaje de ficción que deseen sin importar su color de piel. El juego de disfrazarse es una buena táctica para ello.
⦁ Si el menor está interesado en la película, será importante acompañarlo a verla así no estemos a gusto. Esto generará un espacio de conversación con los hijos.
“Debemos enseñar a los niños que la importancia de una historia no está en el color de piel, ellos no nacen con el antivalor de la discriminación, sino en lo que se desarrolla alrededor del personaje. Porque son las acciones, talento, carisma y la manera de enfrentar las adversidades de los protagonistas lo que hace que se ganen el cariño del público”, señaló la especialista en psicología.
Finalmente, explicó que la reacción de los adultos puede deberse al impacto que tienen del recuerdo de un personaje y no necesariamente por racismo.
“Si los live action de películas como Moana o La princesa y el sapo los protagonizaran actrices blancas, que no guardan relación con las características originales de la película, es muy probable que se desate otra controversia. Por ello, es muy importante darle más valor a la historia e incentivar que estos personajes podemos ser todos”, finalizó la especialista de la UCV.
