La Amazonía peruana una vez más nos ofrece una especie maravillosa, el Jergón Sacha que por su uso tradicional y los sorprendentes resultados en el tratamiento de enfermedades como el VIH y diversos tipos de hepatitis son ahora puestos al servicio de la ciencia para ser usadas como coadyuvantes en la lucha de estas enfermedades.
Así manifestó Pompilio Azang Huamán, ingeniero agrónomo, Máster en Economía y Gestión Empresarial y promotor del beneficio e interés colectivo del jergón sacha (dracontium spruceanum), quien promueve el desarrollo colectivo de esta planta en articulación con organizaciones sociales productivas como las Comunidades Nativas Quechuas, Awajún, Aymaras, Ashuar que piden articularse con los gobiernos para el desarrollo sostenible a partir de nuestros recursos.
Indicó que el Jergón Sacha es una planta oriunda de la Amazonía que crece de forma silvestre en la selva de San Martín y Tingo María, un superalimento que mejora el sistema inmune que previene y cura enfermedades como el cáncer de próstata, cáncer de mamá, cáncer de útero; diabetes, así como para curar picadura de serpientes. “Según estudios realizados se descubrieron sus potentes capacidades antioxidantes y su acción inmunológica en célulasalfa, células que benefician a los glóbulos blancos”, señaló Azáng Huamán. Dijo, que constituye también un potente antitumoral, y antinflamatorio, revelándose sumamente útil en el tratamiento de la influenza, el asma y otras enfermedades bronquiales.
Esta singular especie brinda la posibilidad de vencer múltiples afecciones incluso incurables. Esta planta de aproximadamente 40 centímetros emerge de un tallo colorado como el de los dibujos del cuerpo de la serpiente Jergón, le debe la mitad de su nombre a este ofidio. El vocablo jergón unido a la palabra sacha, en quechua significa “casi igual a una serpiente jergón”. De frutos de un color anaranjado amarillento, este arbusto que se reproduce por bulbos tiene una composición química que asombra a la comunidad científica.
“Se encuentra en los estratos inferiores de bosques primarios o secundarios (purmas cerradas y jóvenes), las poblaciones son densas y suele encontrarse plantas individuales aisladas. Prospera en suelos de altura no inundables, aunque es resistente a la inundación y crece en lugares sombreados”, especificó Azáng Huamán.
