RADIO MOYOBAMBA

ENTREVISTA: Desde su honesta discreción

Una nota de: Mgtr. Abraham Solís Soto.
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Desde su honesta discreción

En tanto que, sus respuestas me llevaron a saber detalles relevantes de su vida, como por ejemplo: Cómo entiende al mundo desde su propio mundo. Qué es lo más perverso que le abruma. O, dicho de otra manera, Qué siente, al no tener en vida al ser que le trajo al mundo. En el año 74, fue seleccionado por su profesor para jugar como portero en la disciplina de fútbol por su escuela “la Aplicación”; jugó muy bien al balón, al lado de: Kike Villarael, Jorge Montalván, Santiago (chacho) Navarro, Mako Robriguez, Wilfredo Villacorta, Nelson Borbor, entre otros jugadores hábiles de esa época.

José, ¿Cómo fue tu niñez, adolescencia?
Mire profesor: todo fue tranquilo, salvo un día, en la casa del vecino, (Temi Mori) tuve una experiencia misteriosa, tenía trece años, sin embargo, hoy no viene al caso. Yo viví con mis 4 hermanos varones y mi mamá. En aquella época soñaba con ser profesional en la carrera de inglés (me gusta el inglés), porque es como jugar con la lengua y los labios trabados en condiciones húmedas, pronunciando y entendiendo sonidos divinos. No hubo los medios económicos, además, mi mamá era sola para el sustento diario. Delante mío, tenía a mis hermanos estudiando. Sé inglés para mi uso chacarero, más allá de eso me gustaría estudiar esa carrera, nunca es tarde. – ¿Verdad profesor?

Como quién dice, uno es lo que uno vive. ¿Esa experiencia misteriosa a la que te refieres a tus trece años de edad, está ligada a tu vida?
Si profesor, está ligada a mí desde ese tiempo, como tatuaje en el alma, de manera casi enigmática y sustancial. Por favor profesor, no me pidas más detalles, por favor.

José, con tantas vivencias ¿Quién eres hoy?
Soy la persona que ama la vida de la mejor manera, muy a mi estilo, imperfecto, me he construido solo. Tengo muchos amigos a quienes quiero, no me gusta estar solo, sin embargo, me siento muchas veces en soledad. La noche me parece plácida y enorme, seductora a pensamientos buenos y misterios de ella. Creo en la lluvia, me suena a nostalgia cuando cae sobre mi techo de calamina vieja, mejor si son de madrugada y de manera continua. Soy de esas personas con sus propias ansias de amar, tanto a hombres como a mujeres; por ejemplo, amo y amaré mucho a mi madre, de quien estuve al tanto durante mucho tiempo en vida y a centímetros de su cabecera, quiero a mi padre que, hoy gozo de su aceptación como ser humano que soy. Me siento divino con todos mis hermanos y amigos. Soy el ser humano que se hace la idea de verse mujer valiente y servicial. Yo mismo me emociono por ello. Eso soy profesor.

¿Trabajaste como boletero del cine teatro Moyobamba – Viena?
Buenos tiempos, cuando lo administraba doña Luisa Bracowicz, y el maquinista era don Alberto Bravo. Allí trabajé desde la edad de 24 años, recuerdo la película: Fiebre de Sábado por la Noche, con Jhon Travolta, Cobra, con Sylvester Stallone. Te cuento, una noche estuvimos ofertando la película para mayores de 21 años: “Bim, Bam, Bum”, por lo general esas cintas, se proyectaban después de las 10 pm., hasta que, en plena función se rompió la cinta cinematográfica… ¡Maaríaaa…!. Los hombres gritaron desesperados en la oscuridad dentro del cine teatro; me quería morir profesor. Terminaron saliendo a empujones a plena plaza de armas, amargos, exasperados, con esa frase bulliciosa: “Braco ladrón, quiero mi vuelto”. Yo allí temblando profesorcito. Dios mío.

¿Nos puedes comentar el incidente cuando trabajabas como cobrador de combis?
Profesor, mi patrón fue don Filiberto Mego. Él tenía una flota de combis, hacíamos la ruta Moyobamba, Tarapoto, Yurimaguas, viceversa. Yo tenía el trabajo de oficinista, hacía el despacho y expendio de pasajes, carga, envíos diversos y la organización de las rutas con los conductores. Un día lluvioso, no llegó el “llenador de las combis”. Don Filiberto Mego sin dudarlo me ordenó hacer de llenador de las benditas combis; en remplazo del haragán ese. Yo tenía una voz bien finita, delicadita. Le dije:
– “No don Filiberto; – esas cosas no son lo mío».
Se molestó, y me dijo:
– «Si no llenas las combis, sales del trabajo».
Me dejó helado su reacción. El problema era mayor para mí, porque tenía que llenar el carro que le pertenecía a un chofer guapísimo; se llamaba Mirko Tarazona, me gustaba a morir, estaba de turno, en la antepenúltima ubicación de los carros con destino a Tarapoto, se me caía la cara de vergüenza profesor. Agarré valor, tomando aire y, adoptando voz varonil llamé a los pasajeros sin importar nada.
“Pasajeros para Tarapoto, salimos en media hora, pasajeros, pasajeros, avancen-avancen”. Allí no terminó todo, luego me ordenó que me vaya a Tarapoto a gritar también allí. Me fui profesor de cólera. A que no te imaginas de quién en su carro me fui: ¡de ese tal Mirko…! Vergüenza total.

José, ¿Jugaste al fútbol; en la ubicación de portero?
Profesor, mi hermano Carlos, trabajada en esos años en la Telefónica del Perú – Lima, desde allí me enviaba, la revista de origen argentino “Ovación”. Allí, siempre encontré los posters gigantes del popular arquero del club Boca Juniors y la selección de Argentina: Hugo Orlando Gatti, “El Loco”. Me deslumbraron su porte y rostro, su melena vistosa, sujetada con una ancha vincha de color amarillo. Seguí cada partido donde él intervenía por radio Unión de Lima, y radio Mitre de Argentina, ambas emisoras transmitían los partidos de futbol en amplitud modulada (am). Allí comenzó mi imitación en lo deportivo hacia él. Mi fanatismo por aquel arquero era mucho; pegaba todas las paredes de mi casa con los posters alusivos al argentino, incluso a mi mamá le gustaba que me inclinara por aquel deporte colectivo. Más adelante, en tiempos lindos, llegué a jugar como portero por el Club Zaragoza de Moyobamba, conjuntamente con Fernando del Castillo, Hernán Remedio, entre otros chicos.

José, ¿Alguna experiencia con las drogas?
Tenía 26 años, estaba en un yucal, donde hoy queda el AA.HH. Keiko Sofía; las primeras bocanadas de marihuana fueron asfixiantes y delirantes, fue mi primera vez. Allí, mis amigas: la shishi y edu, se cayeron, ¡blang…!, al suelo, como vacas las malditas, inconscientes, drogadas. Yo, estaba al lado de varios troncos de yuca, ese fue mi soporte para no caerme, de todas maneras, logré sentarme. Alucinado, vi como el yucal venía hacia mí. Nunca más Profesor.

¿La década de los 80, te pertenecen?
Por supuestos, también el de los años 70 profesorcito. Allí estábamos con nuestras grabadoras y cassettes, En ese time, se inventaron los mejores temas musicales relacionados al Rock: Demonio Enamorado, de Shoking Blue, La canción Lógica, The Súper Tramp o la de Gerry Rafferty, Right Down The Line ¿verdad? Por otro lado, considero que fueron los mejores tiempos de las enseñanzas y la educación para con nosotros. Por ejemplo, recuerdo que escuchaba a mi mamá, que, por cierto, en esa época de los 70 y 80, tenían nuestros padres y profesores, toda una autoridad en casa y escuela. De esa época somos honrados, educados, divertidos y serviciales, con nuestras debilidades, al fin y al cabo, personas. Se tenía que decir, y se dijo. jajajajajajajajaja.

¿Cuál es tu mayor temor?
Mira profesor, me gusta el sexo, como a todos, ¿coomooo? Hacerlo con preservativo en mi caso, es lo mejor que uno puede hacer en beneficio propio y desde esa perspectiva, se puede alejar cualquier temor en estas circunstancias, sin embargo, mis temores también van más allá. Nosotros estamos casi siempre expuestos hacia las personas homofóbicas. Es allí donde tenemos nuestro mayor problema en esta sociedad como personas con distinta orientación sexual. Yo te diré algo. Hace unos tres años atrás, personas homofóbicas mataron de una manera muy violenta a mi gran amigo Tommy. Amarraron los pies u manos. le incrustaron un fierro oxidado de 30 cm. de largo aproximadamente, por la abertura uretral del pene, ¡estaba vivo…!, ufff, fue macabro eso. Después, con un torniquete al cuello cegaron su vida. Tanto sufrimiento, sólo por ser distinto. De ese caso no se sabe nada con referencia a la lejana justicia.

José, ¿Te invitaron en algún momento a participar en la política, para ser autoridad de nuestra ciudad?
Claro, fui, en algunos años atrás activista de un grupo de personas homosexuales denominado “hemos”, acá en Moyobamba y con repercusión regional. Seguro eso les animó ver algo, en este insignificante hombre. jajajajaja. El Dr. Ramón Leveau y el Sr. Marco Cruzalegui, quisieron incorporarme en sus listas electoreras para una regiduría. Les agradecí. Yo tengo mi propia política conmigo mismo y mis semejantes, con esos principios que me crió mi mamá: Hacer el bien, sin mirar a quién. Honesto frente a todo.

José, ¿Cómo ves tu futura vida?
Tranquilo, haciendo el bien, pegado a mi silueta, entre la luz y oscuridad, leyendo un buen libro en mis ratos libres. A mis 59 años, soy consciente de la sociedad en la que vivo, con ese disfraz: entre el bien y el mal, (virus). La doble vida, siempre trae malas consecuencias. Las falsas morales reinantes, no sucumbieron tanto para negarme a mí mismo. Creo diferenciar esos detalles muy bien, los mismos que me permiten ser equilibrado para tentar mis días en tranquilidad. Conozco a personas como: Albañiles, deportistas, funcionarios, motocarristas, profesores militares, políticos, amigos, estudiantes, músicos, religiosos, (a), hombres casados, solteros, herreros, adolecentes, peluqueros, doctores, arquitectos ingenieros…; gays no declarados, sumidos en el hedor de la sociedad discriminante que nos condena, obligados a negarse permanentemente; por ellos mi pena, porque más que infelices, viven una vida incómoda. Espero encontrarnos pronto con ellos. En lo concerniente a mi persona, sé que mis días finales serán extremadamente solo, estamos condenados a ese riel frio y sin vagones encima. Así murió Beto y Silvio, los peluqueros más notables de Moyobamba, en la pobreza y el abandono absoluto. Otro caso., Mariano, el cocinero más paciente que conocí y, que no le hizo mal a nadie…! murió de la manera más cruenta posible en manos de…; ¿ves?. Así quedamos. Algunas veces somos objeto de burla y bromas desentonadas, incluso de manera virtual hoy.

Para conmigo; ellos no entenderán la eterna presencia de mi madre en mi corazón, o,

tal vez, la ausencia perpetua de mi padre en mi diminuta mente; y que, seguro sea por ello mi opción sexual, que por cierto estoy orgulloso de ser como soy; no importa, mi poca educación demostrará paciencia frente a todo, en el lugar donde me encuentre; porque quienes nos odian a morir, ignoran que todo hombre lleva una mujer por dentro, y toda mujer busca la fuerza y mirada seductora del varón para encontrar sentido a su feminidad.
Hay muchas respuestas que son sólo suyo. A sus 59 años, Él sabe que no es fácil ser ciudadano en medio de seres humanos insensibles. Exponer parte de su vida en su escala más profunda, tan solo para atinar alguna enseñanza que nos pueda servir de algo desde el talento vivo que denota, es meritorio y digno de agradecimiento.

José, una última consulta…!
Por favor profesor. El resto que usted sabe, lo que le conté…; que sea para su honesta discreción.

Mg. Abraham Solís Soto.