La campaña agrícola 2022-2023 se encuentra el riesgo por el déficit de fertilizantes debido a que las compras cayeron, en el primer trimestre del presente año, en 84% respecto a similares periodos de años anteriores.
Esto podría afectar a los agricultores que producen arroz, maíz, papa, entre otros productos de consumo masivo.
“Podemos llegar a agosto (el inicio de la campaña) con un déficit de fertilizantes, y eso implicaría la caída entre el 30% y 40% de la producción agrícola.
Eso después ocasionará un incremento de precios en los productos”, advirtió Eduardo Zegarra, investigador de Grade, quien añadió otra problemática: el costo de la importación se ha triplicado, pues lo que el año pasado costaba 300 dólares por tonelada, este año subió a 900 dólares.
Mariana Escobar, representante de la FAO en Perú, explicó que, en tiempos normales, el Perú emplea 1 millón 200 mil toneladas de fertilizantes al año: el 43% correspondía a urea, 18% al fosfato, 13% al sulfato de amonio y estas importaciones.
Estas se importan principalmente de Rusia. “No estoy muy segura que se pueda conseguir la mitad de lo que se usaba anteriormente, en el mejor de los casos […] pensaría que por la presión de demanda que hay de urea es probable que se consiga una fracción mucha menor”, proyectó la especialista.
Perú es el segundo país en Latinoamérica y el Caribe que más depende de las importaciones de fertilizantes de Rusia, y este último ahora es un mercado paralizado a raíz de la guerra con Ucrania.
En ese escenario, el Ministerio de Desarrollo Agrario peruano informó que 13 de las 24 regiones con producción agrícola ya han reducido sus áreas de cultivo por falta de fertilizantes.
En esa línea, el economista Zegarra indicó que un tercio de las producciones se caerían. Estamos hablando de cultivos papa maíz, hortalizas, caña de azúcar, y también estaríamos ante problemas en el sector ganadero porque la producción de pastos disminuiría.
Toda esta cadena de déficits, según resaltó Zegarra, nos llevaría a incrementos de gastos y, por ende, al encarecimiento de los alimento.
UN COMITÉ DE CRISIS
El gobierno anunció que comprarían fertilizantes en 50 días, pero para Eduardo Zegarra no se cuenta con un plan concreto de gestión ante la crisis que se atraviesa.
“Dicen que han recibido cotizaciones, pero las condiciones son complicadas, hay colas de todos los países tratando de comprar”, señaló Zegarra.
Mariana Escobar, de la FAO en Perú, apuntó en la misma línea que Zegarra: “Sabemos que se ha venido explorando con Bolivia, con Venezuela.
No sabemos si se ha explorado con países productores importantes como Estados Unidos y Canadá. El nuevo ministro ha dicho que habrá fertilizantes muy pronto, pero hay que considerar que en este momento tener recursos para la compra no es suficiente”.
Esto último es algo que ComexPerú ya había advertido: “Según el Midagri, el Perú ha asegurado la importación de 5,000 toneladas mensuales de urea proveniente de Bolivia para los próximos seis meses.
Sin embargo, es preocupante que el Gobierno no formalice el ingreso de urea proveniente de EE. UU., pues potencialmente podrían ingresar cerca de 45,000 toneladas por esta vía”.
Solo durante el primer trimestre de este año, compras de Urea agrícola cayeron en más de 80% respecto a similares períodos de años anteriores
El gobierno también ha anunciado que se destinarán S/ 348 millones en la compra de urea. Luis Ginocchio, extitular de la cartera de Agricultura, agregó que no se trata de cuánto dinero se necesita sino para qué y quiénes lo van a recibir, dónde están ubicados, qué cultivos siembran y, en función al impacto alimentario de esos cultivos, habrá que dedicarle la cuota que corresponda de subsidio a la producción por caso de emergencia internacional de alimentos.
En opinión de Escobar, ese contacto nos lleva al siguiente problema: ¿a quién la va entregar y cómo lo va a entregar? “Lo tiene que hacer muy rápido.
La campaña agrícola ya está aquí a la vuelta de la esquina. El problema es para toda la agricultura del Perú”, dijo.
Ante ello, Zegarra dijo que se requiere un comité de crisis alimentaria, que incluya un frente diplomático y comercial, con participación del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.
Esto con el fin de replicar la estrategia que se utilizó para la compra de vacunas contra el COVID-19. “Pero lo primero que tiene que hacer el gobierno es tomar esta problemática en serio, porque el ministro no sabe dónde está parado”, afirmó.
Fuente: Comercio
