El episodio de los cuestionamientos al ministro de Trabajo, Iber Maraví, no tendrá un desenlace veloz.
Anoche hubo una reunión de última hora del Consejo de Ministros en Palacio de Gobierno, a pedido del presidente Pedro Castillo, que duró tres horas. Los ministros se retiraron sin dar declaraciones.
Fuentes del Ejecutivo indicaron que el presidente ha tomado la decisión de hacer cambios en la conformación del Gabinete, y eso implicaría la salida de algunos miembros del ala más cercana a Vladimir Cerrón, el secretario general de Perú Libre.
Se desconoce si Maraví se encuentra entre los ministros que serían removidos.
Más temprano, Castillo sostuvo otras reuniones en Palacio. Primero tuvo una sesión con un grupo de 29 miembros del Fenate, el gremio al que pertenecen él y Maraví.
Luego sostuvo encuentros con miembros de la bancada oficialista, en dos grupos, y con sus aliados de Juntos por el Perú.
Por la mañana, el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, no había mostrado una posición clara sobre si presentarían una cuestión de confianza ante una moción de censura. “La decisión está tomada para dar uso en el momento que corresponda”, dijo.
Luego, Bellido se vio envuelto en una disputa con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. A través de su cuenta de Twitter, el primer ministro escribió: “Qali Warma tiene que comprar conservas nacionales”.
La cuenta del programa social le respondió que el 96,8% de las conservas de pescado para el consumo de escolares son de origen nacional.
Moción de censura
Tras la presentación de Maraví ante el pleno del Congreso, la bancada de Renovación Popular recolectó firmas para presentar una moción de censura contra Maraví. Pero ayer no la presentaron, pese a que ya consiguieron las firmas e incluso los votos necesarios para censurarlo.
Diversas fuentes parlamentarias señalan que la oposición está evaluando la respuesta que debe dar el Ejecutivo en los próximos días sobre la autógrafa aprobada por el Congreso que le pone candados al ejercicio de la cuestión de confianza. El plazo vence el jueves 7 de octubre.
Según esta norma, el Ejecutivo no podrá plantear cuestión de confianza ante reformas constitucionales ni medidas que afecten las competencias exclusivas del Legislativo.
Si se promulga, la oposición calcula que sería un candado frente a la amenaza del presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, de plantear una cuestión de confianza en favor de Maraví.
La presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, declaró ayer que el presidente debería promulgarla.
En cambio, si Castillo la observa, el Congreso la podría aprobar por insistencia. Eso, sin embargo, hará que los plazos se demoren un poco más.
El reglamento del Congreso no establece un plazo máximo para presentar la moción de censura contra un ministro luego de una interpelación. Pero una vez que se presente, el debate y la votación tendrán que agendarse entre cuatro y diez días después.
La moción cuenta con el respaldo de seis bancadas. Acción Popular recién se reunirá para tomar una decisión la próxima semana, pero la mayoría se inclina por respaldar la medida.
Fuente: El Comercio
