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El policía que se disfrazó de médico para poder ver a su padre moribundo

Su progenitor había sido internado por COVID-19 en el hospital regional en Huancayo. Cuando llegó a verlo, ya había fallecido. Inspectoría y fiscalía investigan su caso.
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La semana pasada fue intervenido el suboficial PNP Jhampier Gaspar, de tan solo 21 años, por sus propios colegas y su nombre pasó a las páginas de los diarios al conocerse que, desesperado ante la falta de información, se vistió de médico e irrumpió en el área COVID-19 de un hospital para ver a su padre, rompiendo todos los protocolos. Lo halló muerto.

Todo ocurrió el pasado 11 de febrero en el Hospital Regional Daniel Alcides Carrión, a unos diez minutos de la comisaría en donde Jhampier Gaspar brinda servicio. Las cámaras de seguridad del nosocomio lo captaron en las instalaciones vestido con mascarilla, guantes, mameluco, una careta y hasta botas desechables. Toda la indumentaria que los médicos y el personal de salud utilizan en la primera línea para protegerse del virus.

Dos días antes, el martes, su padre había sido ingresadocon un cuadro avanzado de COVID-19 y diabetes no controlado” y, según los médicos, requería una cama UCI. Pero como viene sucediendo en varias partes del país, la lista de espera es tan larga en este caso, solo en este hospital había otros 12 pacientes que los urgidos terminan falleciendo en cola.

De acuerdo con el director del hospital, Antonio López Peña, el padre del suboficial estuvo en la Unidad de Cuidados Intermedios a la espera de poder ingresar a UCI.Estamos tratando de hacer lo mejor posible”, aseguró el médico en diálogo con El Comercio.

Ya para 11 de febrero, y al presuntamente no tener información sobre la situación de su padre, el suboficial decidió romper todos los protocolos sanitarios e ingresó al hospital por su propia cuenta. “Desesperado para que le alcance siquiera una medicina. Y se da con la sorpresa de que, en su propia cama, las doctoras ni siquiera estaban a su lado. Y ya solito se había desconectado su oxígeno”, refirió un familiar suyo a la prensa.

Las cámaras muestran el recorrido del joven policía minutos antes de las 11:00 a.m. por los primeros pisos del centro médico (según las autoridades, otro policía que estaba destacado al lugar lo habría ayudado), hasta que llegó a las áreas separadas y de uso exclusivo para el tratamiento del COVID-19. En el sexto piso del edificio encontró a su padre, sin embargo, ya había fallecido.

Es en este momento cuando fue descubierto por el personal del hospital y, posteriormente, detenido por sus colegas y miembros de las Fuerzas Armadas en los exteriores, donde se retiró la indumentaria que había estado expuesta en el área COVID. Allí, en la calle, solo atinó a realizar llamadas por su celular. Fue intervenido y trasladado a la comisaría.

LO QUE SE VIENE

Los policías también somos seres humanos”, remarca el general PNP Roger Arista, jefe de la Sexta Macro Región Policial Junín-Huancavelica, al ser consultado por este Diario por el caso, al que calificó de lamentable y “un hecho de humanidad”.

En su afán por conocer el estado de salud de su señor padre, él y su familia han estado indagando en este hospital y, al no obtener respuesta, ha optado por ponerse un traje de médico y ha ingresado al sexto piso donde está su padre, y se da con la ingrata sorpresa de que estaba fallecido”, comentó.

Según detalló Arista, tanto la fiscalía como la Inspectoría General de la Policía ya se encuentra investigando el caso del suboficial, a nivel penal y en instancia administrativo-disciplinaria; deberán pronunciarse en las próximas semanas sobre la situación.

Al haberse saltado los protocolos, se deberá determinar si el efectivo verdaderamente vulneró “gravemente la salud pública”, y si es que sus acciones se tipifican como una infracción para la propia institución policial.

De acuerdo con el director del hospital, durante su incursión, Gaspar usó un ascensor destinado para “áreas no contaminadas”, cuando para la zona COVID se usa otro por temas estrictamente de seguridad. Es decir, con su accionar, habría roto la barrera entre ambas áreas.

Él ha bajado con los EPP’s de esa área contaminada por todos los pasillos del hospital”, acotó también López, al considerar que puso “en peligro no solamente a los profesionales” de la salud que allí laboran sino que también “ha estado en contacto con los policía y los soldados” que lo intervinieron.

Pese a ello, el director del nosocomio dijo entender la situación y no consideró necesario que exista una fuerte sanción para el efectivo de 21 años. “Tal vez una llamada de atención para que no lo vuelva a hacer. A otra cosa más no podemos aspirar”, aseveró.

Al interior del hospital también se ha iniciado otra investigación que comprende al personal que ese día se encontraba de turno “para deslindar la acusación referida de que los pacientes no se encuentran debidamente monitoreados”.

Fuente: El Comercio