El hígado, cerebro y pulmones son algunos de los órganos que se ven perjudicados ante la exposición del cigarrillo directa o indirectamente.

El consumo de tabaco resulta nocivo para la salud. Pero no solo los fumadores se ven perjudicados, sino también aquellas personas que indirectamente se exponen al humo. Un reciente estudio de la Universidad de California, publicado en el portal especializado Science Alert, explica que tan perjudicial como estar expuestos directamente, es el estar en contacto con los restos de humo acumulados en el cabello, ropa e incluso los objetos de uso diario.

El llamado “humo de tercera mano” supera incluso al poder limpiador de artículos de aseo y puede permanecer durante años en medio de los tejidos de la ropa y en las zonas más estrechas de los artículos. La neumóloga Daniela Salazar afirma que esos restos afecta el funcionamiento de diversos órganos.

De acuerdo con el artículo científico, la exposición de estos restos de tabaco nos predispone a padecer de diabetes tipo 2, por ejemplo. A un mes causa daño hepático; a dos meses, daño molecular; y, a cuatro meses, resistencia a la insulina

Polvo de tabaco es una toxina sigilosa, puede permanecer durante años y es resistente a agentes de limpieza potentes. “Se acumula con el tiempo y se convierte en sustancias químicas cancerígenas que pueden ser absorbidas a través de la piel y mediante la respiración”, explica Manuela Martins- Green, la investigadora del estudio.

Tenga cuidado al exponerse a esta sustancia peligrosa que funciona como un asesino silencioso.

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