Luego de que el extinto ex presidente Alán García, dejara una carta impresa en la que contaba las razones por las cuales tomó la decisión que tomó; ha salido cada personaje de la política para, entre líneas de puño y letra o de tinta Epson, se dirijan a la ciudadanía, a su familia o sus seguidores, para comunicarle o contarles cualquier cosa.

Lo hizo hace poco Alberto Fujimori, lamentándose por el resquebrajamiento de su partido y la desunión de su familia; Keiko, quien se dio por aludida, respondió con promesas de que “es tiempo de volver a empezar” (suponemos que ya no se peleará con Kenji); también lo hizo otro desconocido, dirigiéndose a Pilar Nores, a quien le imploraba “haga un acto de valor y honra al país y, vea la forma de devolver todo lo que Alán se llevó y que renuncie a la pensión vitalicia, que ahora le corresponde”. Lo acaba de hacer Verónica Mendoza (la Vero) para explicar, de la manera más absurda, las razones por las cuales decidió formar alianza con un xenófobo y con quien está involucrado en los casos de Odebrecht; esto a consecuencia de que varios de sus militantes (Hindira Huilca, Marisa Glave, Tania Pariona y otros) le enviaron diversas cartas renunciando al partido.

En nuestro campo más local, también se animaron a estas prácticas de amoríos de antaño; entonces, un político provincial (dizque influyente) se atrevió a dirigirle unas cuantas líneas a Keiko para, entre otras cosas, culparla por la división del partido, y, hacerle ver entre líneas, esa desazón que sintió, cuando se enteró que no lo postularían en el último proceso municipal (en lo personal, siento que esa misiva es más un anticipo, una advertencia, una especie de “ya pe Keiko, ahora si hazme caso y mándame como candidato al Congreso”).

Dado que esa es la moda, y que al parecer da resultados pues hay respuestas, por parte de los destinatarios; hoy, desde esta noble columna, me atrevo a enviarle una misiva al alcalde de Moyobamba (mi alcalde, tu alcalde, nuestro alcalde); de quien espero que luego de leerla, no me responda con una notarial, sino que, por el contrario, lo tome en buena onda, en fin, aquí vamos.

Sr. Gastelo Huamán Chinchay
Alcalde Provincial de Moyobamba

Espero que la lectura de la presente, no interrumpa el arduo y abnegado trabajo que; la ciudadanía, ciegamente, le ha encomendado en la conducción de las riendas de la provincia, por estos 4 años.

Antes de proseguir, y a fin de matar sus ilusiones, le sugiero que no piense que esta misiva es de algún ayayero que aún le sigue haciendo campaña; tampoco es de los del área de Imagen Institucional, que lo único que hacen es colocar, a cualquier anuncio, ese ridículo hashtag de #AlcaldeGasteloHuamanChinchay, que es lo único que escriben bien; es más, tengo el privilegio de informarle que felizmente yo, no le di mi voto en los comicios electorales.

Sobre la presente, quiero dejar en claro que estas son líneas de indignación y de rechazo a su estilo de gobierno; de lamento por mi ciudad, por una provincia que ha creído en sus mentiras y que luego de bailar hasta el amanecer con Los Alegres de Bambamarca, se ha dirigido a las urnas para confiar en usted, pese a ser conscientes de que su Plan de Gobierno, es atractivo, sí, pero irreal. No, señor alcalde, esta no es una carta de felicitación ni algo similar.

Y dígame usted ¿cómo no le vamos a reclamar? Si entre las 10 provincias de la región, Moyobamba está en el último lugar en ejecución presupuestal, y claro, ello se nota, casi no hay obras que le podamos atribuir; sin embargo, somos los primeros en la ejecución de gastos de representación, el municipio se ha convertido en una verdadera agencia de viajes; y yo le pregunto ¿qué hemos ganado con tanto viaje? ¿cuáles son los resultados?, porque, créame, que si sus viajes son para que haga el ridículo, como lo hizo en la expo amazónica de Loreto, en donde no tenía ni idea de las declaraciones que estaba haciendo a la prensa, entonces es mejor que no salga, pero ni a la esquina de su casa.

Deme usted una razón para no reclamarle, si cuando fue regidor votó a favor de la adjudicación del famoso mega proyecto, a la empresa a la que ahora, en su calidad de alcalde, decidió rescindir el contrato, que para dizque elaborar un nuevo expediente. Tampoco se me pasa por alto, su desmedido apoyo a la ordenanza 334, que regula el comercio ambulatorio y el tránsito del servicio público en los alrededores de la plaza; para que ahora, ya nadie la respete, convirtiendo a la Plaza de Armas en un campo de batalla de ambulantes (con quienes no tengo nada en contra pero que considero deben formalizarse o ver otras formas para la comercialización de sus productos, quizás pequeñas ferias permanentes), y en sus alrededores en el estacionamiento favorito de sus amigos, los motocarristas.

Estamos tan mal, pero tan jodidos, que en lo que va del año, he visto un shunto de ferias que su gestión ha organizado, pero, ninguna de ellas ha tenido ni la acogida ni la organización debida; dígame, ¿a quién se le ocurre organizar la famosa “Selva Mía” luego de la frustrada “Sabor a Selva” (que es cierto, no es de su gestión, pero que también fue un fracaso) y encima, con la misma empresa? ¿por qué la necesidad de insistir en una “Feria Agropecuaria” cuando ya las fechas les habían ganado? ¿cómo es posible que asegure el éxito del “Festival de Mieles” cuando su lanzamiento fue una semana antes de?; es más, incluso el reciente “Festival de la Orquídea” no recibió la atención debida, armando los estantes 24 horas antes del evento y sin tomar las debidas precauciones que nuestra zona exige (en relación a nuestro clima); espero, que la “Feria del Libro” (que la tenemos a la vuelta de la esquina) no sea otro fiasco más.

Me atrevo a reclamarle a usted, sí, a usted que se ha paseado por las iglesias evangélicas, con su rótulo de creyente; que ha logrado que el pastor de la iglesia más antigua de esta ciudad, que es la iglesia en la que congrego, le dedique un culto dominical entero, y que desde el púlpito nos aseguraba, tácitamente, que usted sería la mejor opción, que lo conocía desde hace años, que estudiaron juntos, que bueno que teníamos a un candidato “evangélico”… eso ha logrado, ha logrado que esa iglesia, se convierta en su local de campaña, por un día. Y le reclamo a usted, a usted que se atrevió a burlarse de todo el pueblo cristiano, metiéndose en la celebración del aniversario de una asociación, para marchar en primera fila, con su tremendo banner. Lo curioso de la historia es que ahora ya no va puntualmente a los cultos; ahora, mi pastor ya ni se acuerda de usted cuando sube al púlpito; ahora, usted, ya ni participa de esos desfiles de aniversario; supongo que no lo hace porque las tareas municipales y de gestión lo agobian, no quiero creer que ello sólo era porque estaba en campaña.

Tan poca capacidad de gestión tiene, que, pese a que el municipio sigue siendo el accionista mayoritario de la EPS, ahora OTASS, no hace nada frente al desabastecimiento de agua en la ciudad. Me presento ante usted y le reclamo por la osadía que tuvo de burlarse de todo un pueblo, de jugar con las ilusiones de los niños a quienes los tuvo ahí parados bajo la lluvia, de pedir que sus trabajadores municipales pongan un alto a sus funciones y se vayan a hacer grupo en el Cruce de Uchuglla, el día en que “La Antorcho Olímpica de los Panamericanos” pasaría por nuestra ciudad, para que, según Ud. se ejerza presión y se logre que ingrese a Moyobamba, como si toda una actividad bien organizada (término que su gestión no conoce), haría a un lado todo su protocolo, por atender a su ridiculez; probablemente se pregunte, y eso ¿qué tiene que ver con el agua?, pues bien, mientras Usted profanaba nuestra Pandilla, patrimonio cultural, un grupo de ciudadanos andaban, con cartel en mano, exigiendo que se tenga un mayor grado de atención a las cabeceras de las cuencas de las fuentes de captación.

En definitiva hay mucho más que reclamar pero, ya el espacio nos ha quedado corto; entonces, yo digo no, si algo de amor le tiene a esta tierra, si de verdad apuesta por su desarrollo, si realmente quiere de Moyobamba una provincia que progresa y que avanza; entonces, tómese unos minutos para coger un papel y lapicero y, preséntenos su carta de renuncia, ya sabemos que el cargo le ha quedado demasiado grande; presente su carta de renuncia, así, sin miedo, sin rencores, que todo Moyobamba se lo va a agradecer.

Simplemente KAJOVEPI
#Cafecito_Caliente

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