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Alianza Lima: la historia detrás de la camiseta blanquimorada y sus ‘milagros’

Alianza presentó el nuevo diseño de su camiseta blanquimorada que usará en los partidos de octubre por el Torneo Clausura. ¿Cómo nace esta tradición? Te contamos la historia detrás de la historia.
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“Yo tengo fe que Alianza va a ganar, yo solo sé que tengo que alentar”

Con banderas en mano, los fanáticos miran al cielo, se persignan y se entregan en sus mentes ante la santísima imagen del Señor de los Milagros, mientras once jugadores vestidos de blanco y morado saltan al campo de juego de Matute luego de haber hecho el mismo ritual. Porque así como los Potrillos, el Rodillo Negro, los majestuosos pases de César Cueto, las gambetas del Cholo Sotil y los goles de Teófilo Cubillas son patrimonio aliancista, la fe de en el Cristo Morado también. Por eso se ha hecho una tradición estrenar las camisetas moradas cada mes de octubre. Por eso, a pocos días del décimo mes del año, Alianza Lima presentó la camiseta blanquimorada versión 2022 que estrenaría el martes 4 ante César Vallejo en Trujillo por el Torneo Clausura.

Toda esta historia de fe y devoción inició un 3 de octubre de 1971 a unas cuadras de Matute, en el Estadio Nacional. Cuando el reloj marcó las 3 de la tarde y el árbitro Carlos Rivero dio inicio al juego, Alianza Lima usó por primera vez su camiseta blanquimorada ante Sporting Cristal. ¿Por qué sucedió? ¿Fue algo planeado desde hacía mucho? Para saber la historia detrás de la historia hay que retroceder una semana.

El domingo 26 de septiembre de 1971, luego de derrotar 1-0 al Porvenir de Miraflores en el estadio Lolo Fernández, José Carrión Meigg, más conocido como ‘Chino Pepe’, histórico utilero del club, le comunicó una mala noticia al directivo Alfonso de Souza Ferreyra: no habían uniformes completos para el siguiente partido. ¿El insólito motivo? Una fuerte lluvia impidió que la indumentaria se seque correctamente. “Fue porque la ropa era gruesa. El club le pidió a la marca que los vestía, más camisetas, pero se negaron por una deuda”, contó muchos años después Luis Achong, hijo del famoso ‘Chino Pepe’.

Ferreyra cambió su rostro de felicidad y frunció el ceño. Con una mirada de pocos amigos y voz de sargento le exigió una solución al utilero blanquiazul. José Carrión, que era cargador del anda del Señor de los Milagros, no tuvo mejor idea que usar las telas moradas, que servían para confeccionar los hábitos, para los uniformes.

Don Alfonso se llenó de cólera y mandó a llamar al buen ‘Chino’. Lo insultó y le dijo un montón de lisuras y lo botó del club. Al término del partido ganamos a Sporting Cristal con goles de Teófilo Cubillas y César Cueto”, narró en alguna oportunidad Armando Leavau, reconocido historiador aliancista.

En ese entonces, Cristal tenía un equipazo y ganarles era un enorme mérito que en las calles de La Victoria se vinculó al Señor de los Milagros. Era, según sus convicciones, más un acto de fe que alguna razón futbolística. Por eso, don Alfonso no dudó en pedirle al ‘Chino Pepe’ que “la próxima semana igual lleva las chompas a Trujillo para enfrentar al Carlos A. Mannucci”. En la Ciudad de la eterna primavera, Alianza volvió a celebrar (3-2) y la cábala empezó a hacerse una tradición aliancista que se mantiene hasta la actualidad y posiblemente continúe por siempre.

El Señor de los Milagros en vestuario aliancista

La inauguración del estadio de Matute fue en 1974 y se dio a lo grande. El emblemático Nacional de Uruguay fue el encargado de estrenar el césped de Matute. En un emocionante partido, que terminó 2-2, Juan José Ávalos y Juan Rivero fueron los primeros jugadores íntimos en anotar en el nuevo estadio. Fue a la salida del vestuario cuando se colocó una imagen del Cristo Morado, justo antes de saltar al campo de juego. Desde ahí se empezó a forjar esta costumbre.

El paraguayo Jorge Amado Nunes no es recordado de muy buena manera por los hinchas de Alianza Lima. Aquel puñete que le propinó a Juan Carlos Kopriva en el famoso clásico de 1994 en Matute fue repudiado por todos los victorianos. Sin embargo, el ídolo de Universitario confesó que, en su primer clásico en el estadio Alejandro Villanueva, le llamó la atención una escena que, pese a su conocida rivalidad que mantuvo con los íntimos fue hasta el día de hoy provoca su respeto. “Los jugadores del Alianza se demoraban en salir a la cancha y me fije que era porque, uno por uno, le rezaban fervorosamente a la imagen del Señor de los Milagros”, expresó el ‘Cenizo’. Queda claro que hasta ídolos del rival eterno valoran y respetan dicha tradición aliancista.

Fuente: El Comercio