Respuesta. El anuncio lo hizo el presidente Martín Vizcarra, acompañado por el gabinete de ministros y los gobernadores regionales. Una de las normas que el Ejecutivo ha incluido como prioritarias es la que tiene que ver con la inmunidad parlamentaria, archivada la semana pasada en la Comisión de Constitución. Hoy debe oficializarse el pedido. Si el Congreso rechaza la moción, puede ser cerrado constitucionalmente.

Hoy, el Gobierno entregará la moción de confianza que el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció ayer en el mensaje a la Nación desde Palacio, junto al gabinete ministerial y los gobernadores regionales.

El jefe del Estado dijo, de manera concreta, que esta cuestión de confianza se presenta «respecto de las políticas de Estado de fortalecimiento institucional y lucha contra la corrupción», que «se manifiestan en la aprobación –sin vulnerar la esencia– de cinco proyectos de ley presentados».

Estos cinco proyectos se enmarcan en la reforma política.

Vizcarra señaló que estas iniciativas, sobre las que se plantea la confianza, buscan «que la inmunidad parlamentaria no se convierta en impunidad»; que las personas condenadas no puedan ser candidatos; que cualquier ciudadano y ciudadana pueda participar en la selección de postulantes de las organizaciones políticas a través de elecciones internas; eliminar el voto preferencial; garantizar la participación política de las mujeres con paridad y alternancia; y prohibir el uso de dinero sucio en las campañas electorales.

Asimismo, el mandatario exhortó a los legisladores para que evalúen reconsiderar el archivamiento de las denuncias constitucionales contra el ex fiscal de la Nación Pedro Gonzalo Chávarry, ocurrido el martes en la Comisión Permanente. Esto es, como se ha dicho, solo una invocación presidencial y el Parlamento no tiene la obligación de pronunciarse al respecto.

Pero sí tendrá que hacerlo sobre los proyectos de reforma.

En el Ejecutivo empezó a evaluarse la confianza como una posibilidad bastante real la semana pasada, luego de que la Comisión de Constitución archivara –sin ofrecer ninguna opción alternativa– la propuesta para que la inmunidad parlamentaria sea levantada por la Corte Suprema. Esto un día después de que Vizcarra junto al premier Salvador del Solar recibiera en Palacio a los voceros de las bancadas para ponerse de acuerdo en cómo relanzar la reforma política.

Ahora el Ejecutivo plantea la confianza sobre ese mismo punto. El Congreso tendrá que decidir si cambia de parecer sobre la inmunidad o se mantiene en su posición original.

El domingo, en una entrevista con La República, Del Solar había sido mucho más enfático que en otras ocasiones sobre la posibilidad de usar la figura constitucional de la confianza. Dos días después, el Congreso blindó a Chávarry, lo que disparó la reacción del régimen.

Sesión larga
A las cuatro y media de la tarde, la Secretaría de Comunicaciones de Palacio envió una invitación para una conferencia de prensa en Palacio, a cargo de Vizcarra.

Este ingresó al Gran Comedor y empezó a leer su mensaje. Eran poco más de las seis de la tarde.

Es importante resaltar la presencia de los gobernadores, encabezados por el cajamarquino Mesías Guevara. Un respaldo regional importante, que deja al Parlamento en una posición más solitaria, si cabe.

Fue el epílogo de una jornada larga, que arrancó a las siete de la mañana con el Consejo de Ministros habitual de los días miércoles. A las dos de la tarde, se suspendió la sesión hasta las cuatro, cuando se retomó. Para entonces, el rumor de que el Gobierno se pondría fuerte y plantearía la confianza ya había cobrado mucha fuerza.

Fue, en resumen, un mensaje en el que Vizcarra se hizo eco del malestar de la gente. Si antes ya había sido duro con el Parlamento, ayer elevó la potencia.

Algunas frases pueden ayudar a evidenciarlo (en la página cuatro se puede leer el discurso completo): «Es claro que no es el Ejecutivo el que pecha al Congreso, como quieren instalar algunos malintencionados. Es esa mayoría congresal la que perjudica a todos los peruanos, para defender a unos pocos. Quieren seguir traicionando a la ciudadanía, favoreciendo los privilegios y la corrupción a costa del futuro de todos. No vamos a permitir que otra vez, con sus triquiñuelas, impidan las reformas que el país necesita», sostuvo el presidente.

Esta parte también es elocuente: «Sabemos que el Congreso de la República nos tiene acostumbrados a maniobras inaceptables para blindar a quienes podrían haber cometido actos de corrupción, librándolos de ser juzgados y detenidos, evidenciando un pacto con la impunidad. Esto es inaceptable, y la ciudadanía lo ha expresado de manera contundente en múltiples oportunidades. Sin embargo, parece que hay algunos que no quieren entender este mensaje, que quieren seguir protegiendo a los corruptos, que se resisten a cualquier reforma por una cuestión de supervivencia (…)».

Es decir, y recurriendo a una estrategia que antes ya le resultó, Vizcarra enfiló contra el Congreso y lo acusó de defender a personas comprometidas con graves delitos.

Lo que pueda ocurrir a partir de este momento se presta para diversas interpretaciones, dependiendo de qué posición se desee asumir.

Existe consenso en que esta es la segunda confianza del actual periodo (la primera la presentó el expremier Fernando Zavala, cuando Pedro Pablo Kuczynski era el mandatario).

Si es que el Congreso decidiera rechazar la moción, el Ejecutivo tendrá la potestad constitucional de cerrar el Parlamento y convocar a nuevas elecciones legislativas, en un plazo de cuatro meses.

En cambio, si se aceptara la moción, todo seguiría igual, salvo que el Congreso se habría comprometido a aprobar las reformas puestas en consideración, incluida la de la inmunidad. Falta leer los términos del documento que entregará hoy el premier Del Solar.

Claves
Citados. Los gobernadores regionales que acompañaron al presidente Martín Vizcarra, durante su mensaje a la Nación, fueron citados a Palacio de Gobierno a las cinco de la tarde.

Debate interno. En el Consejo de Ministros se conversó sobre si presentar la moción de confianza o no. No había unanimidad de pareceres entre sus miembros.

Fuente: La República

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