El celular se ha convertido en la herramienta que tiene absolutamente de todo para estar al día y comunicados. Esto agiliza en gran manera nuestra comunicación con personas, marcas y servicios, pero también ha contribuido a la adicción: muchos no pueden dejar de usarlo, incluso cuando están acompañados de otra persona.
Su uso exagerado tiene efectos en la salud que deberías considerar: afecta la visión, aumenta el nivel de estrés, produce alteraciones en el sueño, aumenta la cantidad de ondas electromagnéticas que pueden ser absorbidas por el cerebro y otras partes del cuerpo.
Por eso aquí las principales recomendaciones para tomar en cuenta:
– Procura no acercarlo mucho a tu cara.
– No lo dejes debajo de la almohada.
– No dejes tu teléfono cargando toda la noche.
– Desactiva las notificaciones de la mayoría de aplicaciones.
– No respondas inmediatamente a cada notificación o mensaje que recibas.
– No lo uses mientras estás con visitas en casa o conversando con alguien en algún lugar.
– Enfócate en lo que estás haciendo y no le prestes atención con frecuencia para que puedas realizar la actividad principal sin interrupciones.
– No cargues tu celular a todas partes.
Cuando extravían el celular, muchos lo sienten como una gran pérdida. Y no es para menos, porque además de perder un objeto valioso, pierdes información, contactos, fotos. Recuerda guardar la información de tu teléfono periódicamente descargándola. Esto a nivel de seguridad es muy importante y no sentirás una posible pérdida como algo tan desafortunado.
En esta era digital, la comunicación ya está al alcance de nuestra mano, pero abusar de ella puede distraernos de las relaciones en persona. No perdamos aquello que nos hace seres sociables. Un momento menos con el teléfono es un momento más con los demás