RADIO MOYOBAMBA

Tulio Trigozo, mi cariño es para ti

Por: Luis Alberto Vásquez
MNC Medios

MNC Medios

Medio de Comunicación Digital
prensa@moyobamba.com

104830028_2954405954613559_4594975263730646810_o

Toda la amazonía está de luto y llora la muerte de uno de sus hijos más predilectos. La leyenda de la música, Tulio Trigozo Reátegui, fue derrotado por el virus de la muerte, que no pudo silenciar sus canciones y su alegría incomparables, a pesar del dolor intenso que sentimos todos. Tulio vive en el corazón del pueblo y late en los bosques enigmáticos de la selva.

Las palabras de Cheril Trigozo en las redes sociales anunciando la muerte de su padre nos llenó de tristeza y dolor, a todos. No queríamos creer que Tulio Trigozo había partido a la eternidad y lloramos en silencio y esa canción, “Mi cariñito”, nos empezó a latir en el corazón: “tú y yo debemos comprender/que el destino nos quiso unir…”. Y entonces, la tragedia se instaló en el alma del pueblo, que no supo donde almacenar tanta pena.

De inmediato, todos prendieron sus computadoras, sus equipos de sonidos y sus parlantes para escuchar la guitarra de Tulio y el Sonido 2000. Y cantamos en su memoria, como un homenaje a ese hombre que desde niño se enamoró de una guitarra, para iniciar un romance eterno, cuyo sonido tiene la fuerza de un río tormentoso y la buena vibra de los vientos suaves del bosque de sus sueños, para sacarle acordes de locura y ritmos que hacen latir los corazones de miles de hombres y mujeres que llenaban sus fiestas en los pueblos de la amazonía.

Tulio Trigozo es ya una leyenda de esa maquinaria que no se detendrá, a pesar del dolor, a pesar que su hijo Tulín sigue luchando por su vida conectado a un respirador artificial, en un hospital de Tarapoto. El pueblo llora esta muerte y al mismo tiempo, reza, ora, pide con amor por la vida del hijo y por toda esta familia que se desgarra, que vive la angustia minuto a minuto y que clama misericordia.

Hace tan solo algunos meses, hablé con él, para unos datos que necesitaba para la preparación de un libro sobre la cumbia amazónica. Su voz vuelve a mis recuerdos y me devuelve imágenes inolvidables: Tulio Trigozo está con su camisa roja pasión, mirando a toda la gente y alza las manos para saludar, sonríe, muerde los labios, las muchachas gritan, el sonido de su guitarra nos envuelve la cabeza, nos traslada a lugares imaginarios junto al río, a la desnudez de aquella muchacha linda que una tarde nos entregó su ternura en medio de un bosque invisible, alumbrado por una luna cascabelera.

Tulio y su guitarra se vuelven invencibles. Su guitarra grita en sus brazos en lo alto del cielo, mientras sus dedos siguen punteado los ritmos musicales. Ahora su guitarra está en su espalda y nos volvemos niños para recordarle en otros momentos y en tantas ciudades, porque solo Tulio Trigozo le puede llenar de magia a esa guitarra que llora, que se vuelve tierna para cantar con todo el cariñito que tenemos dentro: “tú y yo debemos comprender/que el destino nos quiso unir/hoy mi cariñito me siento feliz/de estar siempre muy juntito a ti”.

La multitud lo aclama y el sonido de su guitarra nos hechiza cuando nos canta directo al corazón el tierno amor de esa mujer bonita, y sin mentiras nos dice, no llores corazón, que es una buena mujer, que es una flor del oriente y que las penas se borran, que el desengaño es pasajero, que mi canción es para ti: “mi canción es para ti mi amor/mi canción es para ti/mi cancIón es para ti mi amor/porque así lo quieres tú…/si te canto es porque quiero concentrarme en ti/esta dulce melodía es por ti…”

Y porque Tulio Trigozo es grande y porque sus canciones ya son un patrimonio del pueblo, que le ha entregado el cariño que se merece un artista, porque nunca podremos devolver a Tulio los momentos hermosos de nuestras vidas con sus canciones, los amores que se fueron, los cariños que se olvidaron, el corazón que se quedó a latir para siempre y ese mensaje de amor profundo que nos cambió la vida a los sanmartinenses: “donde hay odio sembremos amor/que haya más felicidad/que exista siempre la libertad/reine más la hermandad…”

Tulio Trigozo y el Sonido 2000 es parte de nuestras vidas, porque en la lejanía, cuando nos vamos lejos por el destino y acariciamos con nostalgia nuestros recuerdos, el sonido de esa guitarra y las canciones de este hombre, que es tan tierno como la lluvia, tan sensible, tan amigo eterno, tan afectivo, tan grande; nos acerca más a los lugares que nuestra memoria guarda con sentimiento y aunque estemos lejos, cantamos siempre otra vez con el corazón: “cuando me vaya lejos de aquí/no quiero tristeza ni dolor/hoy mi cariñito no debes sufrir/quiero verte siempre sonreír…”

Hoy no podemos sonreír, porque hay tristeza y dolor. El sonido de esa guitarra y don Tulio Trigozo ya están en el infinito. Cantemos sus canciones, escuchemos su guitarra, como un gran homenaje a su memoria.
Mi cariño es para ti…

(Las fotos son de Sixto Saurín) 1. Homenaje a Tulio Trigozo en Tarapoto. 2. Tulio y la magia de su guitarra.3. Saurín eternizando a colores a don Tulio.