Investigado y cuestionado congresista fujimoristaes propietario de inmensos terrenos agrícolas

No es congresista por nuestra región, pero Moisés Mamani Colquehuanca, tiene vínculos que lo unen a esta parte la Amazonía, y que además son también parte de la prolongada investigación por lavado de activos que se le viene siguiendo al controvertido parlamentario.

Moisés Mamani, es congresista por la región Puno, y saltó a la fama, cuando se conoció que fue él, quien grabó las conversaciones con algunos de sus colegas, entre ellos el propio Kenji Fujimori, de su propia agrupación política, Fuerza Popular, y que conllevaron a la renuncia del entonces presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski.

Sin embargo, esa no fue la única acción por la que los medios se ocuparían de Mamani Colquehuanca, sino que meses más tarde también haría noticia por haberle “metido la mano”, a la azafata de una conocida aerolínea, quien lo denunció por tocamiento indebidos, caso por el cual, hace solo un par de día, la Corte Superior de Justicia del Callao declaró fundado el pedido del Ministerio Público para dictar comparecencia con restricciones contra Moisés Mamani, congresista de Fuerza Popular, e impedimento de salida del país por un plazo de 9 meses.

Pero, al margen de estos casos, existe uno aún más grave, y que tiene que ver con una investigación por presunto lavado de activos, que se le sigue al mencionado congresista, desde el año 2016, en el que extraños hechos han ido ocurriendo en beneficio del parlamentario fujimorista,  como por ejemplo, cuando menos de dos semanas después de que el fiscal de Lavado de Activos de Juliaca, Héctor Huacasi Llavilla, fijara fecha para interrogar a Moisés Mamani, la Fiscalía Superior de Puno repentinamente excluyó del caso a Huacasi y lo despachó a la Fiscalía Mixta de Desaguadero, en la frontera con Bolivia. En su remplazo asumió la recientemente designada como fiscal, Sandra Huayta, quien no tenía ninguna experiencia de trabajo previo en la magistratura. Antes de ser nombrada fiscal provincial, Huayta se había desempeñado como una abogada más en Juliaca.

El Fiscal Huacasi lo había citado para que respondiera por el origen de los 7 millones de soles que posee y que no guardan relación con el ingreso de sus actividades. Los 7 millones de soles a los que se refiere la Fiscalía representan la suma de la compra de 6 terrenos ubicados en la región San Martín por 4 millones y medio de soles; el alquiler de inmuebles en el 2010 por 1 millón 200 mil soles; y los casi 2 millones de soles que gastó en la campaña electoral por el Congreso en 2016. Además de la supuesta procedencia lícita de ahorros por 500 mil soles.

De las operaciones sospechosas que se investigan a Mamani, la más resaltante es la adquisición de un predio rústico, denominado “Chirapa”, en el sector San Juan Salado, en San José de Sisa, San Martín, de nada más y nada menor que 345 hectáreas y 3 mil metros cuadrados, por la suma de 4 millones 300 mil soles, transacción de compra que se realizó el 28 de diciembre del 2015. Un año antes, el 14 de mayo 2014, adquirió un predio rústico, en el sector Mojarrillo, centro poblado El Naranjal, del distrito de Tres Unidos, en la provincia de Picota. Además existen otras cuatro propiedades a nombre del congresista naranja, a quien parece gustarle mucho San Martín. La Fiscalía le pidió que probara el origen legal del dinero con que pagó el predio, y no lo hizo.

Mamani Colquehuanca también se encuentra bajo investigación por la constitución de 32 empresas, consideradas por la Fiscalía de Lavado como negocios de «fachada». Entre estas empresas figura “Fargos del Oriente Security SAC”, la cual fue conformada en la ciudad de Tarapoto, e inscrita ante la SUNAT, el 17 de marzo del 2014, pero que en la actualidad, se encuentra en estado de “baja de oficio”, según la página web del ente recaudador.

Según la investigación seguida desde la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Lavado de Activos de Puno, “Fargos del Oriente Security SAC”, sería una de las 32 empresas que formó Moisés Mamani, de fachada para presuntamente ocultar dinero de origen ilícito.

Por este caso, la persona de Víctor Ramos Ale, fue llamado a declarar por aparecer legalmente como apoderado de la empresa “Fargos del Oriente Security”, vinculada con el congresista Moisés Mamani.

Ante la Fiscalía, Ramos aceptó conocer al congresista fujimorista por motivos laborales, pero negó ser apoderado de la empresa Fargos del Oriente Security, asegurando que los poderes que la empresa le otorgó son falsos.

“En relación a Fargos del Oriente Security, no conozco esa empresa, mucho menos he sido representante. El poder emitido a mi nombre es falso, nunca autoricé ni acepté que se me dé el poder”, declaró Víctor Ramos Ale ante el fiscal Héctor Huacasi Llavilla, quien estuvo al principio a cargo del caso.

La empresa “Fargos del Oriente Security SAC”, fue creada en marzo del 2014 por Moisés Mamani y su pareja Herlinda Cueva Cabezudo, con un capital de 180 mil soles, de los cuales 168 mil 300 eran de Mamani.

Julio Esquivel Canchari, fue otro de los llamados a declarar a la Fiscalía. Al igual que Víctor Ramos Ale, Esquivel aparecía en Registros Públicos como apoderado de la empresa “Fargos del Oriente Security SAC”.

Julio Esquivel explicó que fue trabajador de Moisés Mamani en varias de sus empresas, pero que el congresista nunca pagaba a tiempo su labor, por lo que se veía forzado a viajar a Lima y reclamarle por sus honorarios. Y que en algunas ocasiones, sus secretarias Carmen Chale Puelles y Marleni Huamán, le hacían firmar una hoja en blanco donde ponía su nombre, DNI y huella digital, supuestamente como constancias de pago. Esquivel cree que usaron esos documentos o falsificaron su firma.

Teresa Noriega Tarazona, quien también fue inscrita como apoderada de “Fargos del Oriente Security SAC”, señaló al fiscal que conoció al congresista Mamani por intermedio de su hermana Ruth, de quien era enamorado, y que laboró para él como supervisora de vigilancia desde 2008 hasta 2012 en su empresa Force Bugs Security Virgo y que en M&C Security SAC solo trabajó un mes. Pero que nunca aceptó actuar como representante.

Sobre “Fargos del Oriente Security SAC”, indicó: “Sin mi autorización han utilizado mi nombre. Nunca me han llamado ni comunicado para que sea su representante. Nunca me han llamado ni me han dicho para trabajar con esa empresa, nunca he dado mi consentimiento para ser apoderada de esa empresa”.

Esperamos que esta investigación no termine archivada, y que la impunidad no termine salvando a este cuestionado parlamentario fujimorista.

Fuente: Diario Amanecer